10. ENFOQUE DE GÉNERO     10.1 Participación de la mujer en el proyecto:   Basado en los derechos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su Artículo 21 establece:   Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia:   1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona…    Conforme al artículo reseñado con anterioridad, es imperativo manifestar de antemano que el texto constitucional anterior establece que todas y todos quienes habitamos en este país, tenemos las garantías de que somos iguales como parte de preeminencia los derechos humanos que busca promover la defensa, desarrollo,  respeto a la dignidad de las personas y la construcción de una sociedad justa y amante de la paz. Por lo que más adelante en su Artículo 88, afirma:        El Estado garantizará la igualdad y equidad de hombres y mujeres en el ejercicio del derecho al trabajo. El Estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la ley.        De ésta manera, se puede evidenciar que nuestra carta magna otorga a los hombres y mujeres del país a través de la igual de género, las mismas condiciones y oportunidades para el acceso, continuidad o permanencia y culminación de participar en los diversos cargos de votación popular, directa y secreta.  Además, de participar en la planificación, organización, ejecución, contraloría y evaluación de los diversos planes, programas, proyectos que se establezcan como parte de las políticas que son promovidas por los organismos, institutos y empresas públicas, privadas y mixtas de acuerdo a las aptitudes, vocación y aspiración de cada ciudadana y ciudadano.   Ante esto, puede afirmarse que en cada uno de los procesos del presente proyecto socio comunitario, las mujeres y los hombres se les garantizará su dignidad, equidad e igualdad de oportunidades o condiciones para participar de manera protagónica, democrática, paritaria y activa en cada etapa del mismo; donde dichos aspectos también se ven reflejados en todo el articulado correspondiente a la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer (1999) y de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007), Ley Orgánica de Educación (ob.cit),  creados en nuestro país con la finalidad de normar y profundizar los derechos y garantías que poseen las mismas en materia de educación, cultura, deporte, económica; incluyendo sus derechos en materia de participación política y sindical sin importar incluso la edad, religión, cultura, otros, para encontrar la justicia y la equidad social. Por lo que cabe resaltarse, que dentro del proyecto hay más de cien (100) mujeres que participarán en las mismas condiciones que los demás integrantes del proyecto, tanto como talleristas en las jornadas de formación, como aquellas que serán beneficiadas directas de las mismas.       10.2 Participación de la mujer en la dirección y toma de decisiones: Las mujeres tendrán participación en las mismas condiciones que el género masculino, a las que se les convocará para que de forma activa, protagónica y responsable se integren a los diversos talleres y jornadas de formación que se desarrollarán. Además, por medio de los diversos colectivos de formación (reuniones) los hombres y mujeres tendrán el derecho de participar en igualdad de condiciones para crear, planificar, organizar, ejecutar, dirigir, evaluar y sistematizar a través del consenso, las diversas acciones o actividades que se desarrollaren durante la ejecución del mismo. De manera tal, que existen garantías de que haya responsabilidad social, respeto, práctica de la equidad y la inclusión, solidaridad, tolerancia, corresponsabilidad y otros valores humanos fundamentales para crear y tener una cultura de paz como parte de nuestros derechos humanos consagrados en la Constitución y demás leyes del país.